viernes, 26 de octubre de 2012

A LA VICTORIA POR LA CRUZ


OCTUBRE 26
LA EXTALTACIóN DE LA SANTA CRUZ

Una realidad que a todos nos hecha para a tras pero que en Cristo nos alcanza la salvación; pidamos al Señor que nos de fuerza y entereza para saberla llevar con amor.

Homilía:
Padre Carlos Jesús Pastor.

El Señor va pasando por aquellos pueblos y aldeas, por aquellas personas que vivían en oscuridad y el Señor Jesús les va descubriendo una cierta sabiduría para poder vivir las cosas fundamentales. Se extraña Jesucristo que si tienen la sabiduría para las cosas de la tierra y del cielo ¿cómo no tienen sabiduría para poder vivir el tiempo presente. Y es que según Jesucristo el tiempo presente no es para estar mirando a ver qué tiempo va  a hacer mañana, que nosotros los españoles estamos aficionados a eso, y nos lo repiten cada tantos minutos en los medios. A eso no se refiere el Evangleio, porque dedicarse a eso es perder el tiempo ¿qué es lo que nos está diciendo el Señor a través de éste Evangelio?
“¿Como no sabéis interpretar el tiempo presente?” el tiempo presente es para la santificación, para vivir de cara a Dios y de cara al hermano, ayudándole en la medida que podemos pero sobre todo hay una medida sin medida, a través de la oración y de nuestros propios sacrificios. A lo mejor hay un límite, pero con la oración y tu sacrificio, a lo mejor no hay límite; por eso pone el ejemplo de éste hombre que tiene un pleito con otro y lo que busca Jesús es que busques, cuanto antes, solución a ese pleito, no mediante el jaleo de los trámites legales, sino que va a que se de cuenta del breve tiempo que uno tiene y que lo mejor es ponerse a bien con aquél a quien hemos ofendido, para que, solucionado ese enredo podamos entregarnos a lo que verdaderamente importa y para eso contamos con el tiempo que cada uno posee y por eso dice Jesús que “¿cómo no sabemos juzgar para nosotros mismos lo que se debe hacer?” y lo que se debe hacer según la doctrina de Cristo es amar a Dios y a los hermanos y por eso el Apóstol nos da una lección de cómo aprovechar ese tiempo. Sabéis que el Apóstol pidió ser juzgado en Roma y como era ciudadano romano, por tanto  libre, no lo metieron en la cárcel con los demás presos sino que en concideración a a su nacionalidad romana le dan el privilegio de poder estar prisionero en una casa particular. Estos días de atrás hemos visto cómo el mayordomo del Papa que estaba ya a su servicio ha sido juzgado, ¿ves como no se sigue todavía esa ley?. No se le ha permitido entrar en la carcel con los presos comunes y hay que ver que ya muchos de nosotros estábamos deseando a ver de qué manera satisfaceríamos nuestro sentido de justicia viéndolo en una cárcel común... tenemos esto en nuestro corazón, cuando no estamos con Dios nos deleitamos en esperar que se haga justicia al modo humano y yo creo que no se ha hecho justicia porque al fin y al cabo, se ha perdido un hermano. habría que ver la misericordia que hemos recibido de Dios para entregarla a los hermanos y darles la oportunidad a muchos de ellos que conozcan al Señor y se arrepientan; por eso San Pablo, desde su casa-cárcel, está evangleizando, no le asusta la cruz.
Éste misterio de la cruz, sabe el Apóstol que es una cruz aceptada por el Señor y el amor le ha llevado a estar encaminado a manifestar ese amor que le da fuerza y él como la mayoría de los santos en circunstancias dificilísimas tiene paz  y aprovechan ese tiempo para dar gloria a Dios. Ven en ésa situación cómo poder seguir evangelizando. sabéis que San Pablo ese tiempo que pasó en esa casa custodiado, lo dedicó a seguir instruyendo a los cristianos y sentía la necesidad de ver a ese discípulo de Cristo a quien escribe para darle de ver la fuerza con que él estaba siendo fortalecido. Claro, se lo pidió Pablo a Jesús pero Jesús se le manifestó y le dijo: “_mira, Pablo, mi fuerza se realiza en la debilidad” y esta es la realidad: cuanto más débiles, mas machacados, mas perseguidos, poco valorados, poco amados, poco tenidos en cuenta; es cuando en ese momento y en ese ida, Dios hace posible el milagro y en esa cruz que estas viviendo, no por parte de Dios, sino por parte del pecado de algunos, o tuyo, sientas como Cristo que tu cruz es gloriosa según la aceptes y alabes al señor.
Acordaros como, también, Pedro y Pablo, estando en las cárceles con presos comunes, cantaban salmos porque los sabían de memoria. Era una celebración de alabanza a Dios y es de resaltar aquella memoria prodigiosa. Todo lo aprendían de la Palabra de Dios, para los momentos difíciles y cómo el Señor se les hacía presente a través de sus Ángeles. Por eso tenían lo claro... haber si nosotros también tenemos clara ésta preciosa doctrina de Nuestro Señor Jesucristo.
Jesús, por boca del Apóstol nos va transmitiendo ésta hermosa enseñanza:
“Ser siempre humildes y amables, ser comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor y esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz”. Si esto lo tenemos en práctica será fácil perdonarnos, tendernos una mano, escucharnos, por eso nos habla aquí de estar unidos en un mismo Señor, una fe, un bautismo, un Señor Padre de todos que lo trasciende todo...
Esto que se habla tan escuetamente me hace pensar en esa “privacidad” que aveces... no, digo, no viene bien: Amando a Dios no tienes privacidad porque, como decía la Beata Teresa de Calcuta: “Mi tiempo no me pertenece, éste tiempo es de Dios”. Una vez le perteneces a Dios, tu tiempo no te pertenece. No debes tener esa privacidad porque tu vida tiene que estar en “el todo para Dios” sino, de los contrario, vivimos enquencle nuestra fe.
Por eso el Señor espera esa unidad que nos señala el salmo 23. “Éste es el grupo que viene en tu presencia, Señor. ¿par que?: para darle gracias, porque lo estamos aceptando todo por amor y porque nada ni nadie nos está amargando la existencia, sabemos dónde acudir y acudimos a la fuente de gracia que es la Santa Misa. Aquí es donde renovamos nuestras fuerzas y encontramos sentido a la cruz; aquí es donde sentimos que el Señor nos abraza.
Vamos a pedirle a la Virgen y a Jesús que nos ayude en medio de las situaciones que cada un tiene, que el Señor nos conceda la gracia de no perder la paz y la confianza en Aquél que nos ha llamado a ser Santos y que está con nosotros.


RESUMEN DE LA LITURGIA DE LA PALABRA

1ª LECTURA: Tomada de la Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios

Os ruego que nadéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados; sed humildes, amables y comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor. Una sola es la esperanza a la que habéis sido convocados: Un Dios Padre de todos.

Salmo: Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor.

Evangelio:
Según San Lucas:
Decía Jesús a la Gente: “Hipocritas, si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y el cielo ¿como no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Arregla el pleito por le camino no sea que te metan a la cárcel y no salgas de allí hasta que no hayas pagado hasta el ultimo centimo

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