PECADO – PECADOR

1. Que no venga nadie a presentarle a Dios todas las cosas buenas que hace porque eso es fruto de su amor. 
2. ¿Que le venimos a entregar?  nuestro pecado. La condición necesaria para entrar por esa puerta es ser pecador.

3. Todos somos conscientes que somos débiles y frágiles. Condición necesaria, por eso cuando Él encuentra un corazón capaz de reconocerle su miseria y entregase y dejarse purificar por el fuego de la gracia; eso es para Él una alegría inmensa porque le permite a Dios ser Dios y que se lleve a cabo el cumplimiento de su Voluntad.
4. Él ha venido para eso, se ha entregado para eso, es una admirable intercambio, (ademas que es un mal negociante: nosotros le damos nuestros pecado y Él a cambio nos entrega su vida).
5. Mal negociante, ¿no? pero a eso ha venido y en eso Él se complace encuentra su Gloria y se manifiesta en eso la vida, por eso rompe nuestros esquemas y por eso la misericordia tiene su fuente en Él.

6. en aquel país había hambre y empezó a sentir necesidad. Esto simboliza la realidad del pecado, queriendo pretender cómo debemos vivir y cómo hacer las cosas y cuando nos empeñamos de modo terco y testarudo y hacemos las cosas, no mirando a Dios, sino, mirando nuestro parecer y nuestras satisfacción

7. Cuidando cerdos: que asco, que asco, que asco!. Pero lo mejor de todo es que si ya es repugnante lo que hacía, ahora tenia envidia de lo que comían los cerdos, caer tan bajo que yo envidio lo que comen los cerdos. esa situación. ¿como la llamaríamos?: _tocar fondo. a lo mas bajo de todo. Esto nos muestra, hasta  donde nos lleva el pecado.

8. Alguien podría decir: _con los pecados que he cometido; vamos, ni me escuchará, me daría un sopapo. Eso es un engaño, Dios solo quiere que seamos capaces de expresarlo, de humillarnos y poder ponerlo a la luz,

9. Las fuerzas que se ciernen sobre el mundo son grandes y fuertes, pero no mas fuertes que el amor y la gracia de ese fuego purificador que el Señor ha enviado a la Iglesia, que es el Espíritu Santo.

10. Estamos afectados por el mal y eso se remedia conociéndole al Señor hasta donde está esa herida en nosotros, porque todos lo estamos